LOS MENSAJES SECRETOS

Cuando la escritura cobra sentido

El diccionario siempre tiene la propiedad de decirnos mucho en pocas palabras. Por ejemplo, en una de sus acepciones así nos define Escribir: Comunicar cosas a alguien en una carta u otra comunicación.

Y eso es lo que empiezan a hacer los miembros de La Campana: pensar en alguien cercano, casi siempre compañeros, pero también un hermano, papá o mamá, y mandarle un mensaje solo para esa persona, generalmente acompañado con algún regalo confeccionado con algo que le gusta.

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En el continuo debate del aprendizaje de la lectura y escritura en estas edades, donde el cuando y el como nos preocupa y ocupa tanteo a los adultos -padres y profesores-, nos olvidamos de algo fundamental, sobre todo para los niños, el para qué.

Hasta que no viven y comprenden que leer y escribir sirve para algo que les interesa, dificilmente van a tomar interés por ello. Es decir, si no hay motivación por realizar una acción, no van a hacer los esfuerzos de concentración y elaboración mental y corporal que muchas veces hay que hacer.

El afecto, sentirse queridos y demostrar nuestros sentimientos a otros, está demostrado que es uno de los grandes motores del avance como humanos. Los niños son ejemplos potenciales.

Facilitar esos canales de transmisión es lo que pretendemos con estos MENSAJES SECRETOS. 

 Tenemos nuestro buzón, el material necesario para la escritura y confección de regalos -sobres de distintos tamaños, papelillos diferentes, revistas e imágenes para recortar, material plástico para dibujar..- y un rincón tranquilo e independiente para poder realizarlos.

Se facilita distintos momentos al día donde pueden realizar sus mensajes, tanto en pequeños grupos como individualmente.

 

Cuando tenemos el buzón lleno, llega la hora de abrirlo y ver las sorpresas que nos tiene preparadas. Importante poner en los sobres destinatario y remitente, para que se sepa bien a quién corresponde y quién se lo ha mandado.

Llevamos un mes aproximadamente con esta dinámica, y prácticamente todas las semanas hay que abrirlo y repartir los mensajes, que después se llevan felizmente para mostrar en casa.

También va apareciendo la importancia del intercambio, es decir, a medida que mando mensajes o regalos a los demás, empiezo a recibir también yo. 

  

Se va estableciendo todo un equilibrio de interrelaciones interesante, y como son secretos, a veces aparecen sorpresas de quién escribe a quién. 

 

El mundo de los afectos es cambiante y hay que saber navegar en sus turbulencias.

Seguiremos informando.