¡ESTE ES MÍO, PONE MI NOMBRE!

¿CÓMO HEMOS SIMBOLIZADO LOS ESPACIOS Y LUGARES DE USO INDIVIDUAL DE LA CLASE?

La escritura que representa y diferencia. Os mostramos con imágenes y contamos como lo hemos realizado en esta ocasión. Animáos a seguir leyendo.

Como sabéis, en nuestra escuela tratamos de compaginar el sentimiento de pertenencia a un grupo, a un espacio común con objetos que nos pertenecen a todos y aprendemos a compartirlos, con una serie de lugares donde se prime el respeto a los objetos de uso individual,  tanto por motivos de higiene -toallas, ropas, vasos, etc.-, como los que tienen un valor afectivo  y de encuentro con sus amistades -objetos que traen para jugar o compartir con quien ellos quieren-. 

Simbolizar sus perchas, casilleros u otras zonas donde su individualidad quede garantizada ha sido una tónica en todo su recorrido por la escuela. Se pretende que reconozca donde colocar sus cosas y que termine reconociendo el lugar y representación del resto de compañeros. El modo de hacerlo ha ido relacionado y escalonado con la evolución de sus capacidades de percepción y reconocimiento según la edad. Por ello, hemos ido pasando de utilizar su propia imagen, unida a la de un objeto significativo y su nombre, a ir reduciendo y abstrayendo en dibujos esta simbología personal.

En este último curso, pasamos ya a una abstracción mayor, utilizando el lenguaje social y culturalmente aceptado por nuestra sociedad: la representación escrita de su nombre como único símbolo que le representa, sin ningún elemento adicional. Todos reconocen ya el grafismo global de su nombre, el siguiente paso es empezar a distinguir y dominar el de todos los demás.

Para ello, hemos escrito en esta ocasión sus nombres utilizando diferentes herramientas de escritura, con lo cual aparecen distintos resultados, tamaños, colores, formas de las letras…. ¿Por qué? Partimos de la opción de que el avance en la lectura y escritura tiene que hacerse partiendo de la complejidad real que tiene su aprendizaje, mostrando diferentes formatos y soportes donde se pueden representar el mismo mensaje. Al principio puede que parezca más dificultoso, pero favorece su capacidad de interpretar distintas situaciones. Por ejemplo: ¿cómo es una A? Depende en el texto que la veamos, cuento o periódico, a mano o a máquina, quién la escriba, en mayúscula o en minúscula… ¡Mirad la variación de modelos que nos ofrece el ordenador!. ¡Todas  son As!

Aquí podéis ver algunos ejemplos de los que hemos utilizado en estos días: a mano sobre pizarra digital, con teclado de ordenador, con soporte de plantillas, con sellos  de estampación donde hay que ir buscando y colocando en seriación cada uno las de su nombre, …. Seguro que en posteriores acciones utilizaremos estos recursos de diferentes modos, combinándolos entre ellos u otras formas diferentes de plasmar el grafismo de las letras de su nombre o de sus compañeros.